viernes, 8 de mayo de 2015

MEDICINA NATURAL: LEJOS DE UNA SOLUCIÓN DEFINITIVA.

Hubo una época en que tomé las riendas de mi tratamiento. Me decidí a descubrir cómo sanarme con remedios caseros contra el acné. Debo haber tenido 19 años, pues estaba recién ingresando a la universidad. Investigué durante 8 meses toda la bibliografía existente sobre cómo combatir el acné incluyendo todo lo que pude encontrar en foros de internet. 
Mi cara y espalda estaban tan inflamadas que comencé a probar en mí mismo desde lo más tradicional, hasta lo más extravagante: manzanilla, probióticos, vitamina B5, levadura de cerveza, exfoliaciones, hojas de olivo y antioxidantes.
Algunas cosas funcionaron mejor que otras (sorprendentemente, las hojas de olivo disminuyeron la inflamación de mi acné más severo en la espalda), nada se acercó a lo que buscaba: un rostro normal. No tener que levantarme cada mañana para verme al espejo y encontrarme con que no sólo estaba igual que ayer, sino que un nuevo barro, grano o espinilla había aparecido en mi cara o cuerpo sin que yo pudiera hacer nada para controlarlo.
No quería seguir viviendo con un rostro que me avergonzara, que bajara mi autoestima cada vez que conversaba con una chica y sabía que ella estaba mirando ese gordo, rojo y sobresaliente grano que asomaba en mi barbilla.

CONSIGUE LA GUIA GRATIS

No hay comentarios:

Publicar un comentario